.
.
Serás solo un recuerdo tuyo,
una ausencia parecida a un recuerdo.
Cuando te mire, te recordaré,
simple, bella e infinita.
Pero nada más que eso,
inevitablemente ya serás tan solo,
un recuerdo tuyo.
Juan
A veces me visitan dolores.
Todos son distintos,
siempre se alojan
en el centro de mi corazón.
Algunos son pura sombra,
con distintas formas y grises.
Otros, suelen visitarme
al amanecer y acompañarme
durante el día,
y al momento del descanso
pintan con luto mi cama.
También los hay con alegría,
vestidos en multicolores,
que me llevan a finales
de ensueños.
Pero el dolor que yo tengo,
tiene un nombre concreto
que lo identifica.
Se llama,
como te suelen llamar,
hasta tiene tu propia mirada.
También tus heridas,
y esa forma tan tuya,
de contagiarme soledad
en los atardeceres,
de nuestro Buenos Aires.
Cuando este dolor cese,
inevitablemente solo serás,
un recuerdo tuyo.