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Todo es un deseo,
un extraño y poderoso deseo.
Desearía pasarte al olvido,
o quizás a la máxima indiferencia.
Porque no,
hasta desvanecerte de mi vida.
hasta desvanecerte de mi vida.
Pero no tengo dudas
que todo eso sería un bello deseo.
Porque solo así,
podría volver a tener, la alegría
podría volver a tener, la alegría
de conocerte.
Juan
Estoy seguro
que no sabés,
que aún me llora
un silencio de estrellas.
Que me está faltando,
la sonrisa levemente dolorosa,
entre el espiritu y la piel.
Presiento que no sabés,
que todas las noches dormís
tomada de mi mano,
y abrazada a una ilusión,
mientras el silencio
de estrellas llora y cuida
de tu sueño inalcansable.
Tampoco sabés
seguramente,
que empecé a sentir
piedad de los dos
por amarnos así.