Siempre el amor,
corre detrás de las batallas.
Siempre la opresión,
suele aplacar los dolores.
Siempre el dolor,
elije nuevos lugares.
Juan
En el mundo de tus manos
llenas de risas y lágrimas,
existe un constante olvido,
una peregrina precaución,
que hace mas delgados
los buenos augurios.
Hoy estoy en el hoy,
vaya a uno saber porque, sonrío,
sin preguntar mucho, disfruto
Derrocho ausencias,
y hago pactos con la nada.
Libero pájaros ciegos
que ofrecen poca claridad.
Vacío tanques de agua
aunque exista la sed,
y me inclino en la noche
en algún regreso no esperado.

Hoy el tiempo castiga y me castiga,
quema retratos e imaginaciones,
quizás por eso la sonrisa,
vaya uno a saber porque.
Por eso te voy a mirar otra vez,
si lo voy a hacer
inesperadamente,
en otra noche, en otro día,
cada poro, cada arruga, cada rasgo,
cada movimiento de tus ojos,
y seguramente
meteré mi mano con la tuya
en el mismo guante,
así inesperadamente.
Se mece la ternura,
que ni sé porque vive en mí,
será porque me estoy probando
siempre una nueva tristeza,
teniendo la certeza y la distancia,
de un abrazo tardío,
pero abrazo al fin
inesperadamente.
Juan